jueves, 27 de mayo de 2010

Los retos del periodista

El periodismo es una rama de la investigación que mediante la difusión de lo investigado, puede calar en audiencias a partir de las cuales se generaran propuestas, respuestas o críticas en ámbitos públicos.

En ese contexto, el deber del periodista es la información teniendo siempre en cuenta ¨al otro”; ese otro que se convierte en protagonista y en visor, lector u oyente de la noticia transmitida, que forja la misma y que la digiere como un todo real; porque los medios de comunicación – aunque no siempre es así- se convierten en reproductores de ¨realidad¨ haciendo ver a los hechos ¨noticiosos¨ como algo de lo cual ¨yo soy parte¨ y con lo que me siento plenamente identificado.

Ésta es la función de los medios de comunicación que, no olvidemos, son empresas cuyo fin es la captación de capital a través de las audiencias. En ese sentido, la diferencia de los medios de comunicación con los periodistas radica en que éstos últimos, hacen periodismo y no capital; periodismo encaminado a informar en favor del bienestar de las audiencias.

El periodismo crea información completa, es decir, información verificada con fuentes, con contrastación de las mismas, con manejo de documentos que permitan acreditar la legalidad; pero más que ello, en estricto apego a la veracidad de lo que se puede publicar.

Dice Marco Lara Guzmán: “El servicio a la verdad, y nada más que a la verdad, es el primer mandamiento del periodismo, siendo una especie de plataforma inamovible sobre la que se han de asentar las demás cualidades y virtudes de comunicador social. El talento personal, la versación y erudición, la agilidad y amenidad, nada son ni nada serán si no están afirmadas sobre la base del servicio a la verdad”.

Es conocido que los medios de comunicación, al menos en el Ecuador, son considerados un poder, poder aparentemente veedor de los otros poderes; por tanto, todo lo que allí se diga es algo que las masas aceptan como realidad por el único hecho de que se dijo a través de ellos y más específicamente, por quien lo dijo.

Dice Luis Ángel Arango que, cuando se habla de la sociedad, se habla por extensión de lo que el periodismo ha producido en ella, pues éste, al registrarla, al reflejarla, termina por dibujar sus contornos y los de los acontecimientos presentes y futuros, pues es debido a la información que el periodismo difunde y que la gran mayoría de la comunidad toma una posición definida frente a los acontecimientos, los grupos y las personas.

El periodista por consiguiente, es un sujeto que debe pensar dos veces las cosas que dice en función de la repercusión que ello pueda generar en la ciudadanía, misma que puede resultar buena o caótica; o, que persiga un bien ético pero cuyas armas para realizarlo, quizá no sean las más adecuadas.

Recordemos el caso de la marcha de los ¨Forajidos¨, alentada por radio La Luna, que ocasionó un movimiento social en contra del régimen eminentemente corrupto de Lucio Gutiérrez y que terminó con su derrocamiento, marcha que también provocó hechos violentos donde autoridades y pueblo en general, se vieron afectados por la forma inadecuada de llamar a las masas a movilizarse.

Éticamente, Paco Velasco, director de radio La Luna en ese entonces, no actuó correctamente, pues es indispensable que el periodista informe o transmita los hechos noticiosos desde un margen de respeto; un comunicador no deja de ser ciudadano y debe regirse por los cánones, valga la redundancia, de respeto con él y con el otro (eje del quehacer periodístico). Adicionalmente, debe alinearse a las normas constitucionales ya que solo entonces, será un digno profesional de la información.

El periodista enfrenta muchos retos para cumplir con su labor como por ejemplo: la rivalidad entre colegas, la fama, la pereza e incluso, la falta de técnica; sin embargo, estos aspectos deben ser superados; caso contrario, estará cumpliendo el rol equivocado de un ente acumulador de recursos informativos que generaran la absorción de capital y recordemos que, la última función del periodista es ganar dinero o reconocimiento.
Enfatizo una vez más que, el deber del periodista se orienta a buscar el bien común lejos del éxito personal ó el reconocimiento público.
¨Toda acción es correcta si se obedece a los principios universales, no se justifica beneficios personales. ¨

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